FUENTE : MUNICIPALIDAD TORRES DEL PAYNE
Nuevo libro editado entre Ocho libros junto a INIA, fue presentado en ceremonia realizada el pasado lunes en las oficinas de la FAO, en Santiago.
“Flora Nativa Torres del Paine”, escrito por el M.Sc. Erwin Domínguez Díaz, investigador del Centro Regional de investigación Kampenaike, entrega una completa información sobre la flora del Parque Nacional Torres del Paine, uno de los más importantes parques nacionales del sistema nacional de áreas silvestres protegidas de Chile.
Sus páginas reflejan la belleza paisajística de la zona, punto de encuentro con la flora autóctona que se encuentra en estos parajes cuyo desarrollo es controlado como reserva de la biósfera.
Esta guía identifica un total de 130 especies nativas: 8 árboles, 30 arbustos y 92 herbáceas. Por primera vez se incluyen todas las orquídeas (10 sp.), helechos (10), plantas carnívoras (2 sp.) y gimnospermas (3 sp.). También incluye 9 especies con problemas de conservación y 21 con propiedades medicinales. El significado del nombre científico, la descripción morfológica, el hábitat, grado de endemismo y su distribución dentro del parque son algunos de los elementos que componen cada una de las fichas del volumen
Este libro se presentó al público el pasado lunes 30 de abril, en las oficinas de la Organización de las Nacionales Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Durante la ceremonia, Alan Bojanic, Representante Regional Adjunto de la FAO para América Latina y el Caribe; Pedro Bustos, Director Nacional del INIA; Anahí Cárdenas, Alcaldesa de Torres del Paine; y Etel Latorre, Directora del Centro Regional Kampenaike; señalaron que este libro constituye no sólo una invitación a conocer la belleza de uno de los parques nacionales más importantes que componen el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado Chileno; sino que también reviste gran importancia para la toma de decisiones sobre nuestro recursos naturales, puesto que toda política ambiental orientada a la identificación de áreas de conservación, debe estar basada en la exhaustiva catalogación de la diversidad y vulnerabilidad de sus especies vegetales.
Finalmente esta guía se dirige a quienes toman decisiones acerca del futuro de nuestra naturaleza. Porque toda política ambiental orientada a la identificación de áreas de conservación debe estar basada en la exhaustiva catalogación de su flora. Solo así podremos realizar estudios sobre abundancia, diversidad y nivel de vulnerabilidad de las especies vegetales. El conocimiento de los elementos florísticos constituye uno de los principales bioindicadores para la evaluación de los efectos del manejo de los ecosistemas y de su estado de conservación en un área protegida.
