lunes, 24 de octubre de 2011

Cristina K logra reelección con histórico apoyo y llama a la unidad

FUENTE : LA TERCERA

Aun cuando se sabía que el triunfo de Cristina Fernández en las elecciones presidenciales de ayer estaba cantado desde hace meses, lo abultado de su respaldo marca un nuevo hito histórico y pone a la presidenta en el extremo opuesto del resultado que logró su esposo, Néstor Kirchner, en 2003, cuando llegó a la jefatura de Estado con el menor apoyo popular (22%) de la historia del país.
Con el 77% de las mesas escrutadas, Cristina K obtenía el 53,35% de los sufragios y el oficialista Frente para la Victoria parecía volver a controlar el Congreso, algo que había perdido en las elecciones de 2009. Así, Fernández, quien gobernará hasta 2015, se transforma en la tercera persona que ha sido reelegida en la historia de Argentina. Además, es la primera vez que una fuerza política se apresta a gobernar por un tercer mandato seguido y, como si fuera poco, se trata del mayor apoyo popular que logra un gobernante desde el regreso a la democracia, en 1983. Ese año, Raúl Alfonsín obtuvo el 51,7% de los votos. El socialista Hermes Binner logró el segundo lugar, aunque con más de 36 puntos de distancia de Cristina K. Casi todos los candidatos opositores reconocieron rápidamente la derrota y felicitaron a la mandataria.
La victoria de ayer le da tal empujón a Fernández que podrá iniciar un segundo mandato, el 10 de diciembre, con una fuerte posición política, alta popularidad, como la incuestionable jefa del peronismo y con una oposición que lo único que ha hecho en esta elección es fragmentarse cada vez más.
Buenos Aires vivió ayer en completa tranquilidad la jornada electoral, pero a medida que caía la noche miles de partidarios de la Presidenta, en su gran mayoría jóvenes miembros del grupo La Cámpora, el movimiento que dirige el hijo de Cristina Fernández, Máximo Kirchner, se reunieron en la Plaza de Mayo para participar de los festejos.
Pasadas las 21.30, después de que el ministro del Interior, Florencio Randazzo, hiciera público el primer cómputo oficial, apareció Cristina Fernández en el escenario dispuesto en el búnker kirchnerista. La presidenta ya reelecta inició su discurso agradeciendo los llamados que había recibido de los gobernantes sudamericanos, como Dilma Rousseff, de Brasil; Hugo Chávez, de Venezuela; José Mujica, de Uruguay; Sebastián Piñera, de Chile ("Piñeira (sic), el amigo Sebastián", dijo), y Juan Manuel Santos, de Colombia.
Pero gran parte de su mensaje lo usó para recordar emocionadamente a su fallecido esposo, el ex Presidente Néstor Kirchner. Eso, al punto de que lo declaró como el "gran fundador de esta victoria". Pero dejó todo sentimentalismo cuando, casi en tono enojado, declaró: "Que nadie se equivoque, no hablo de él como marido, sino como cuadro político. No es el dolor de una mujer, sino de una militante política".
Cristina K mantuvo el tono conciliador que tuvo en los últimos meses, al punto de que cuando agradeció el llamado del alcalde de Buenos Aires, el opositor Mauricio Macri, calló a sus partidarios que comenzaron a pifiarlo. Así, convocó a la unidad nacional y pidió la comprensión de todos los argentinos. "Cuenten conmigo para profundizar un proyecto de país. Sólo me mueve un profundo amor por el país, les pido que nos acompañen muy humildemente", dijo la presidenta.
El amplio respaldo de Cristina K se explica por la simpatía que despertó en la población tras la muerte de Néstor Kirchner, el 27 de octubre del año pasado; por la recuperación económica que comenzó a percibirse en el país desde 2010 y por populares planes sociales que ha echado a andar el gobierno. De hecho, "lo que quiere la mayoría coyuntural es que el statu quo se prolongue algunos años más, que la economía siga creciendo a buen ritmo y que hasta nuevo aviso haya empleos o, en su ausencia, subsidios para casi todos", escribió el analista James Neilson en revista Noticias.