jueves, 13 de noviembre de 2014

Detenido en Argentina el segundo “acróbata” condenado por asesinato en Punta Arenas

 
 
En mayo de 2013 cayó en Tucumán, Argentina, Sebastián Curiche Vergara, compañero de fuga de Israel Villarroel Alvarado. En 2005 ambos escaparon de Punta Arenas tras ser condenados a una pena de 10 años de cárcel como autores del homicidio de un padre de familia. En el anonimato, ambos magallánicos se convirtieron en acróbatas del popular Circo Rodas, donde adoptaron el nombre artístico “Los Hermanos Arenas”. Sin embargo, tras la captura de su compañero de fechorías, a Villarroel literalmente se “lo tragó la tierra”. Hace algunas semanas, estando en suelo argentino y viviendo en la clandestinidad, adoptó una decisión que no sería fácil: se puso a disposición de las autoridades policiales del país trasandino con el único fin de cumplir la pena que le impuso la justicia chilena, resignándose a poner término a una agobiante vida de prófugo que arrastró durante los últimos 9 años.

La Prensa Austral confirmó la detención de Israel Villarroel Alvarado a través de fuentes de Interpol, desde donde se señaló que el prófugo permanece a disposición de la Policía Federal en Buenos, a la espera de ser extraditado a Chile.

Villarroel fue condenado a fines de diciembre de 2005 por su autoría en el alevoso crimen del padre de familia Oscar Torres Uribe, hecho consumado la madrugada del 12 de septiembre de 2004 fuera de una sede vecinal en la población Claudio Bustos, siendo sentenciado a purgar 10 años de prisión; sin embargo, junto a otro acusado, Sebastián Curiche Vergara, aprovechándose de un entuerto judicial, huyó por un paso no habilitado hacia Argentina.

Empero su clandestinidad terminó a principios de 2013, cuando en medio de un lío de faldas, el promotor del circo para el que trabajaban lo denunciara a las autoridades policiales entregando su ubicación, lo que los llevó a huir nuevamente, escabulléndose por segunda vez de la justicia.

No obstante, para Curiche no fue mucho el tiempo que pasó hasta que la policía dio con su paradero, siendo detenido en mayo del año pasado en el barrio Echevarría, al norte de Tucumán, siendo puesto a disposición de las autoridades chilenas, lo que significó ser extraditado a nuestro país e ingresado a cumplir su pena en la cárcel de Punta Arenas. Además, enfrentó un juicio por otro asesinato, donde por segunda vez, y de manera definitiva, fue absuelto de dicha causa.
Sin embargo, del paradero de Villarroel nada se sabía, pese a que incluso su padre, el pastor evangélico Claudio Villarroel señaló que le gustaría que su hijo se entregara y enfrentara a la justicia chilena para dar término a la incertidumbre de permanecer en la clandestinidad.
“Estrellas” del circo
En Argentina, Curiche y Villarroel se unieron a la compañía circense Rodas, donde comenzaron a cumplir labores de limpieza y mantenimiento eléctrico, escalando poco a poco a nivel artístico, llegando a convertirse en las estrellas del show con su número “El doble péndulo de la muerte”, donde se presentaban como “Los Hermanos Arenas”, haciendo alusión a su ciudad natal (Punta Arenas), y vistiendo llamativos y similares trajes brillantes, que los hacían ver particularmente similares mientras realizaban arriesgadas peripecias en estructuras metálicas donde desafiaban las leyes de la gravedad.
Tras ventilarse su paradero y la intensa búsqueda que las autoridades policiales hacían para detenerlos luego de que desde Punta Arenas familiares les informaran que habían sido localizados, ambos debieron dejar el circo que los acogió por varios años, no sin antes detonar el escándalo en los medios de comunicación argentinos, ya que incluso ambos fugitivos habían sido entrevistados por revistas y canales de televisión, ganándose el poco feliz título de “Los acróbatas asesinos del Rodas”.
La entrega de “El Ganso”
Quizás fue debido a lo ocurrido en la oportunidad anterior, cuando la filtración de las diligencias comprometió el resultado de la captura de los fugitivos, que ahora tanto la PDI como la Fiscalía en Magallanes han mantenido en total silencio la captura de Villarroel, pero lo cierto es que ayer, “El Ganso” aguardaba las resoluciones administrativas para retornar a nuestro país extraditado y comenzar a cumplir su pena de 10 años.
Pero no fueron las faenas de búsqueda o grandes operativos los que permitieron atrapar al fugitivo, sino que la mediación de su padre desde Punta Arenas, o quizás el hecho de que hace pocos meses fue padre de su segundo hijo, que lo llevaron hace poco más de un mes a entregarse en la ciudad de Córdoba a la policía, decidiendo así purgar su condena pendiente.
“Estamos tranquilos, la incertidumbre está llegando a su fin, y sólo esperamos que llegue y deje de estar con el miedo de siempre, de estar siendo buscado”, señaló ayer el padre de Israel, quien dialogó en extenso con La Prensa Austral.

Recordó que muchas veces conversó con su hijo por teléfono, lo aconsejó, y le pidió que volviera y que cumpliera con la justicia para no tener que seguir escondido y continuar con una vida normal, aunque en prisión.
“Le dije que al principio iba a haber una gran polvareda por todo esto, pero con el tiempo se calmaría y podría terminar de cumplir y ser libre, liberarse no sólo de la cárcel, sino que de esa carga que debe llevar”, señaló el pastor Villarroel.

Se mostró emocionado junto a su esposa, Patricia, porque después de casi 9 años volverán a ver a su hijo y estarán con sus nietos, ya que Villarroel formó una familia en Argentina.

Es la madre del sentenciado la más emocionada de volver a ver su hijo, y recalcó “estamos tranquilos y a la espera de volverlo a ver”, concluyó la mujer.

Desde la oficina central del Departamento de Policía Internacional y Extranjería, en Santiago, se confirmó que los trámites de extradición están avanzados, y que el detenido fue trasladado hace dos días a Buenos Aires, donde espera el traslado a Chile, además se precisó que hoy se ofrecería una vocería oficial con los pormenores del procedimiento.

LA   PRENSA