lunes, 19 de mayo de 2014

Denuncia que esposa murió esperando que llegara la ambulancia a su domicilio

FUENTE   :    LA PRENSA AUSTRAL



Profundamente consternado e impotente se mostró este domingo Iván Bórquez Alvarado, luego del repentino deceso de su esposa Marcela Troncoso Apablaza, de 46 años, ocurrido en la madrugada del sábado al interior de su casa habitación de pasaje Ciaike Nº01526, villa Selknam, sector Dos.
El dolido padre de familia atribuyó la muerte directamente a la tardanza del auxilio médico, después de que su esposa dejara de existir mientras esperaba que llegara la ambulancia del Samu.
Iván Bórquez trabaja como operador de máquina pesada para la Mina Invierno, en la isla Riesco. El viernes, alrededor de las 22 horas, tuvo el último contacto telefónico con su esposa. “Me llamó, estaba bien, incluso, hizo pan, razón por la que nada hacía presagiar que tuviera algún problema de salud puntual”, subrayó este padre de tres hijos, de 14, 16 y 26 años.
Esto último es corroborado por su vecino Gerardo Díaz Wooldrige, quien asegura que momentos antes Marcela Troncoso había participado de una muestra gastronómica en el Liceo Politécnico Cardenal Raúl Silva Henríquez, donde estudia Romina, la menor de sus hijas.
Gerardo Díaz vive enfrente de la casa de la familia Bórquez Troncoso, en el pasaje Ciaike. Cerca de las 0,20 horas del sábado, Romina, la hija del matrimonio, golpeó su puerta pidiendo ayuda porque su mamá respiraba con mucha dificultad. “Estaba sentada en su cama y pude apreciar que respiraba con dificultad. Su presión arterial estaba normal, pero requería con urgencia asistencia médica”, relató el vecino.
Diez minutos más tarde, a las 0,30 horas, su esposa llamó al fono 131 del Samu solicitando una ambulancia. “En medio de la urgencia, el interrogatorio telefónico realizado por el operador se hizo eterno, perdiéndose preciosos minutos. Lo más insólito vendría después cuando responden que no había disponibilidad de ambulancia”, apuntó Gerardo Díaz.
Segundo y tercer llamado
Luego de ello vendría un segundo llamado al 131 donde se reiteró una y otra vez la urgencia por trasladar a la paciente al Hospital Clínico, mientras la madre de 3 hijos permanecía sentada en un sillón del living. Los minutos corrían y la insuficiencia respiratoria ponía en riesgo su vida. Recién, tras un tercer llamado al Samu, obtuvieron como respuesta que la ambulancia iba en camino.
El vecino estima que desde que hicieron el primer llamado al 131 hasta que llegó la ambulancia, fácilmente transcurrió más de una hora. Calcula que a la 1,45 horas llegó la ambulancia de avanzada y minutos más tarde lo hizo la ambulancia de alta complejidad, con todo el aparataje de reanimación cardiopulmonar. El enfermero a cargo sólo se limitó a certificar el fallecimiento.
En un momento de desesperación, Gerardo Díaz pensó en trasladarla en un taxi al centro asistencial, pero ya prácticamente no respondía a estímulos.
El hecho de que la mujer no haya estado sometida a tratamiento médico, obligó, por protocolo, a su traslado al Servicio Médico Legal para el procedimiento de autopsia. El informe reveló como causa de muerte un infarto al miocardio.
Su esposo Iván Bórquez estuvo de regreso a las 10,30 horas de este sábado en Punta Arenas, tras lo cual agradeció la disposición de su empleador, que puso a disposición una camioneta para su viaje desde isla Riesco.
El viudo manifestó a La Prensa Austral que una vez que sepulte a su esposa, lo cual ocurrirá esta tarde, se abocará a realizar las indagaciones sobre qué falló en el sistema de atención prehospitalaria. “Alguien tendrá que darme una explicación”, enfatizó, no descartando interponer una denuncia formal ante el ente que corresponda.
Desde el Samu se informó que hoy dispondrán de toda la información para referirse al caso.