FUENTE : LA PRESA AUSTRAL
Agradecidos, contentos y con nuevos proyectos se encuentran los cinco enfermos renales que desde el lunes último se están dializando en el recién inaugurado tercer turno de la Unidad de Diálisis del Hospital Augusto Essmann de Puerto Natales.
Desde mediados del año pasado el cupo en dicho recinto se encontraba copado. La única alternativa era viajar a Punta Arenas donde se dializaban en la clínica Croacia.
Día por medio debían levantarse a las 5,30 horas para a las 7 horas estar tomando el bus que los llevaba a Punta Arenas. A las 11 horas se conectaban al equipo que les limpia la sangre. Allí permanecían entre cuatro a cinco horas, las que coincidían con el almuerzo. Muchas veces debieron mirar cómo los enfermos de Punta Arenas almorzaban, mientras ellos esperaban que terminase su tratamiento. Apenas ello ocurría en vehículos eran trasladados hasta el terminal de buses y allí nuevamente iniciar un viaje de 3 horas y media hasta su hogar. Muchos llegaban cerca de las 23 horas, cansados se acostaban hasta el día siguiente.
“Nos unimos”
La situación no podía continuar, veían cómo la vida se les iba entre viaje y viaje. Entre ellos surgió un líder, Walter Enrique Vera, quien junto a María Almonacid comenzaron a hacer reuniones. Se contactaron con las diversas autoridades, llegando incluso a plantear su situación ante el Concejo Municipal.
Finalmente fueron escuchados, se comenzó a preparar el personal para su atención y desde el lunes se cuenta con un tercer turno de atención en la unidad de Diálisis de Puerto Natales.
Walter Enrique Vera, quien desde septiembre se dializaba en Punta Arenas, recuerda que “era muy sacrificado. Ningún natalino debiera pasar por eso. Creo que esto que logramos fue gracias a la gestión de este grupo de natalinos. Hoy estamos muy contentos e iniciando una nueva etapa”.
María Almonacid agregó que “fue un sacrificio muy grande para todos. Ahora estamos felices y tranquilos porque estamos en Natales. Gracias a dios cumplimos nuestros deseos”.
Luis Santos comenzó a dializarse en Santiago, sin embargo hace siete meses debió continuar su tratamiento en Punta Arenas a donde viajaba los martes, los jueves y sábados. Recuerda que “era terrible. No daba más. Me estaban matando los viajes que eran terriblemente sacrificados. Esto que se logró es un avance, una gran cosa porque uno está en su casa. Yo no hallaba la hora de venirme, porque dializarse en Punta Arenas es un tremendo sacrificio”.
Elizabeth Mansilla expresó que “no era nada agradable. Me parece un buen logro que se debe a Walter (Vera) y a Gloria (Almonacid) porque nos cambió la vida el poder dializarnos en nuestra ciudad. Antes perdíamos todo un día, donde dejábamos botados nuestra casa y nuestros hijos”.
El lunes por primera vez Mario Vargas se dializaba conectado a una máquina, ya que con anterioridad utilizaba el sistema de diálisis peritoneal, por lo que nunca viajó a Punta Arenas para su tratamiento. Pese a ello destacó que “lo encuentro muy bueno. No hice los viajes que realizó la otra gente que está acá, pero sin duda que es un gran esfuerzo viajar día por medio a Punta Arenas o tener que radicarse en esa ciudad”.
Hoy los enfermos renales de Puerto Natales quieren enfrentar nuevos desafíos, como es el contar con movilización hacia y desde el hospital a sus domicilios, tal ocurre en Punta Arenas.
Agradecidos, contentos y con nuevos proyectos se encuentran los cinco enfermos renales que desde el lunes último se están dializando en el recién inaugurado tercer turno de la Unidad de Diálisis del Hospital Augusto Essmann de Puerto Natales.
Desde mediados del año pasado el cupo en dicho recinto se encontraba copado. La única alternativa era viajar a Punta Arenas donde se dializaban en la clínica Croacia.
Día por medio debían levantarse a las 5,30 horas para a las 7 horas estar tomando el bus que los llevaba a Punta Arenas. A las 11 horas se conectaban al equipo que les limpia la sangre. Allí permanecían entre cuatro a cinco horas, las que coincidían con el almuerzo. Muchas veces debieron mirar cómo los enfermos de Punta Arenas almorzaban, mientras ellos esperaban que terminase su tratamiento. Apenas ello ocurría en vehículos eran trasladados hasta el terminal de buses y allí nuevamente iniciar un viaje de 3 horas y media hasta su hogar. Muchos llegaban cerca de las 23 horas, cansados se acostaban hasta el día siguiente.
“Nos unimos”
La situación no podía continuar, veían cómo la vida se les iba entre viaje y viaje. Entre ellos surgió un líder, Walter Enrique Vera, quien junto a María Almonacid comenzaron a hacer reuniones. Se contactaron con las diversas autoridades, llegando incluso a plantear su situación ante el Concejo Municipal.
Finalmente fueron escuchados, se comenzó a preparar el personal para su atención y desde el lunes se cuenta con un tercer turno de atención en la unidad de Diálisis de Puerto Natales.
Walter Enrique Vera, quien desde septiembre se dializaba en Punta Arenas, recuerda que “era muy sacrificado. Ningún natalino debiera pasar por eso. Creo que esto que logramos fue gracias a la gestión de este grupo de natalinos. Hoy estamos muy contentos e iniciando una nueva etapa”.
María Almonacid agregó que “fue un sacrificio muy grande para todos. Ahora estamos felices y tranquilos porque estamos en Natales. Gracias a dios cumplimos nuestros deseos”.
Luis Santos comenzó a dializarse en Santiago, sin embargo hace siete meses debió continuar su tratamiento en Punta Arenas a donde viajaba los martes, los jueves y sábados. Recuerda que “era terrible. No daba más. Me estaban matando los viajes que eran terriblemente sacrificados. Esto que se logró es un avance, una gran cosa porque uno está en su casa. Yo no hallaba la hora de venirme, porque dializarse en Punta Arenas es un tremendo sacrificio”.
Elizabeth Mansilla expresó que “no era nada agradable. Me parece un buen logro que se debe a Walter (Vera) y a Gloria (Almonacid) porque nos cambió la vida el poder dializarnos en nuestra ciudad. Antes perdíamos todo un día, donde dejábamos botados nuestra casa y nuestros hijos”.
El lunes por primera vez Mario Vargas se dializaba conectado a una máquina, ya que con anterioridad utilizaba el sistema de diálisis peritoneal, por lo que nunca viajó a Punta Arenas para su tratamiento. Pese a ello destacó que “lo encuentro muy bueno. No hice los viajes que realizó la otra gente que está acá, pero sin duda que es un gran esfuerzo viajar día por medio a Punta Arenas o tener que radicarse en esa ciudad”.
Hoy los enfermos renales de Puerto Natales quieren enfrentar nuevos desafíos, como es el contar con movilización hacia y desde el hospital a sus domicilios, tal ocurre en Punta Arenas.
