martes, 8 de noviembre de 2011

Tres Horas de Puerto Natales: una tradición

FUENTE : EL PINGUINO
 
En esta edición se cumplen 30 años por lo que se espera que sea una fiesta en grande que coincide con el centenario de Puerto Natales.

Han pasado 29 años ya, desde aquella primera intención surgida en la informalidad de un café del centro puntarenense, en la que entusiastas dirigentes natalinos echaron a volar sus sueños que siempre tenían un punto en común: tener una carrera distinta en aquella ciudad, que despierte el interés de los tuercas australes y que fomente el automovilismo local, hasta ese entonces prácticamente monopolizado en un sólo actor relevante: Oreste Bonicioli Babaic.

Estos objetivos que dieron el inicio a la historia se han cumplido en plenitud, principalmente por la gran cantidad de jóvenes pilotos que han surgido gracias al deseo de alguna vez participar en esta competencia y decir con orgullo: “¡Yo corrí Las tres Horas de Puerto Natales!”.

Uno de los grandes atractivos que ha mantenido en el tiempo esta particular carrera, sin duda han sido los duelos en la pista que año a año le han dado el condimento necesario para que cada versión sea recordada por un enfrentamiento deportivo, generalmente en la máxima.

Es así como se puede recordar los duelos en la 1.000 cc. entre Oreste y el “Chano” Ortiz que se trasladaba a competir desde Puerto Montt. Luego el natalino subiría a la “Libre”, manteniendo enconadas peleas por la punta con el histórico Orlov “Fito” Dubrock, quien con el Fiat y después con el Seat, lograría impecables triunfos haciendo grande esta competencia.

Una vez que Dubrock se colgó el cartel de “piloto a vencer”, variados fueron los que se pusieron a la altura de las circunstancias, e hicieron que las tres Horas tuviera duelos en cada versión. Algunos lo lograron, otros no. Pero quedarán en la historia de esta carrera como grandes contrincantes que dejaron todo por arrebatar a “Fito” un poquito de gloria. Seoane, Martinic, Brstilo, Zanetti, Barría, son algunos de los rivales que hasta mediados de los 90´ dieron espectáculo bajo la mirada del Dorotea.

Continuando con los enfrentamientos clásicos, a fines de la década del 90 los duelos fueron variados, y a comienzos de 2.000 los destacados fueron una dupla padre e hijo. Desde la Octava Región, específicamente desde la comuna de Cabrero, llegaron para quedarse Manfredo y Christian Suiter, que por esos años corrían “a medias” el BMW beige y azul, siendo el 2004 la última victoria en Puerto Natales. En años posteriores, los Suiter dejaron de compartir la máquina alemana, llegando con dos automóviles en cada versión (exceptuando el 2009) sin poder reeditar la gloria pero realizando buenas presentaciones y logrando podios tanto en la categoría 2500 cc. como en la 2000 cc.

En la historia reciente dos pilotos han marcado la pauta en cuanto a estos duelos tuercas en la pista natalina. En primer lugar, el porvenireño Francisco “Pancho” Aguilar, quien reapareció en Las tres Horas con una “joyita alemana”, el Opel Astra que protagonizo grandes batallas con el BMW de Hernán Zanetti, quedándose con la victoria en 2005 y en las Bodas de Plata de 2006. Y como es lógico, no se puede dejar de rendir honores a quien ha logrado el “tri” en las últimas versiones, el argentino José Santiago Viola de la fueguina ciudad de Río Grande.

El sobrino de los hermanos Finoccio ha sido un constante protagonista desde su primera victoria a fines de la década del 90 en el Renault 18, manteniendo una regularidad poco común, demostrando madurez sobre la pista y una preparación profesional del Megane.