FUENTE : LA PRENSA AUSTRAL
Una pena de 15 años y un día por el homicidio de Max Bahamonde Agüero y 300 días de cárcel por el delito de lesiones menos graves en la persona de César Vera Cárdenas, recibió Jonathan Danilo Ojeda Román, en un hecho de sangre perpetrado en la madrugada del 14 de abril pasado en las inmediaciones de la Universidad de Magallanes, donde tenía lugar una fiesta “mechona”.
En la tarde de ayer, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal dio lectura a la sentencia, que contempló además penas de 10 años para los coautores Víctor Llanquín Arteaga y Kevin Boitano Trujillo, culpables de propinar golpes de pies y puños a la víctima.
A juicio de los sentenciadores, en este caso los dos testigos presenciales pudieron percatarse que los sujetos actuaban coordinadamente. Mientras dos de los imputados tenían a la víctima tomada de los brazos sujetándola, el otro lo apuñalaba y todos a la vez lo golpeaban.
Al momento a establecer la pena respecto a los delitos de homicidio calificado y homicidio simple, los jueces consideraron las circunstancias que rodearon el caso, el daño irreparable causado a los padres de Max Bahamonde Agüero con la pérdida de su joven hijo, los trastornos en la salud de la madre y de la hermana de la víctima, la que quedó de manifiesto con la declaración de René Bahamonde Mansilla y Katia Bahamonde Agüero. “La forma como actuaron los acusados demuestran un total desprecio hacia la vida de un ser humano, que es el bien jurídico más importante tutelado por nuestra legislación penal”, remarcan los sentenciadores.
Tranquilidad familiar
Conocida la sentencia, René Bahamonde, padre del joven fallecido, destacó que “con esto podemos estar más tranquilos, ya que sentimos que se hizo justicia. Si bien no se logró acreditar que mi hijo fue víctima de robo, lo que habría endurecido las penas para estos individuos, sí estamos conformes aunque nada ni nadie nos devolverá a nuestro hijo Max”, remarcó.
Una pena de 15 años y un día por el homicidio de Max Bahamonde Agüero y 300 días de cárcel por el delito de lesiones menos graves en la persona de César Vera Cárdenas, recibió Jonathan Danilo Ojeda Román, en un hecho de sangre perpetrado en la madrugada del 14 de abril pasado en las inmediaciones de la Universidad de Magallanes, donde tenía lugar una fiesta “mechona”.
En la tarde de ayer, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal dio lectura a la sentencia, que contempló además penas de 10 años para los coautores Víctor Llanquín Arteaga y Kevin Boitano Trujillo, culpables de propinar golpes de pies y puños a la víctima.
A juicio de los sentenciadores, en este caso los dos testigos presenciales pudieron percatarse que los sujetos actuaban coordinadamente. Mientras dos de los imputados tenían a la víctima tomada de los brazos sujetándola, el otro lo apuñalaba y todos a la vez lo golpeaban.
Al momento a establecer la pena respecto a los delitos de homicidio calificado y homicidio simple, los jueces consideraron las circunstancias que rodearon el caso, el daño irreparable causado a los padres de Max Bahamonde Agüero con la pérdida de su joven hijo, los trastornos en la salud de la madre y de la hermana de la víctima, la que quedó de manifiesto con la declaración de René Bahamonde Mansilla y Katia Bahamonde Agüero. “La forma como actuaron los acusados demuestran un total desprecio hacia la vida de un ser humano, que es el bien jurídico más importante tutelado por nuestra legislación penal”, remarcan los sentenciadores.
Tranquilidad familiar
Conocida la sentencia, René Bahamonde, padre del joven fallecido, destacó que “con esto podemos estar más tranquilos, ya que sentimos que se hizo justicia. Si bien no se logró acreditar que mi hijo fue víctima de robo, lo que habría endurecido las penas para estos individuos, sí estamos conformes aunque nada ni nadie nos devolverá a nuestro hijo Max”, remarcó.
