miércoles, 4 de diciembre de 2013

Profundo drama vive mujer con insuficiencia renal que debe atender a nieta postrada

FUENTE   :  LA PRENSA AUSTRAL



Con insuficiencia renal crónica y en silla de ruedas desde hace diez meses, Marina Ulloa Díaz es una esforzada dueña de casa que diariamente enfrenta un complejo panorama al tener bajo su cuidado desde hace 9 años a su nieta adolescente, quien padece múltiples patologías que la mantienen postrada y dependiente de una sonda gástrica y un costoso suplemento alimenticio para sobrevivir. Espera encontrar apoyo de autoridades y la comunidad ya que la familia se ve imposibilitada de costear dicho tratamiento.
“Ella depende de un alimento especial de por vida, con un costo que asciende a unos $200 mil mensuales. Hacemos todo lo que está a nuestro alcance, pero simplemente no podemos costearlo”, manifestó con preocupación la mujer a La Prensa Austral mientras acompañaba a su nieta, Cinthya Aguila Villegas, diagnosticada con una parálisis cerebral severa que la mantiene postrada y dependiente de los cuidados de sus abuelos. “A veces parece que nos escucha y te mira si le hablas, o se mueve cuando escucha música, pero no puede hacer nada por sí misma y para eso estamos nosotros, para lo que necesite”.
La dueña de casa de 58 años explicó que su nieta se encuentra bajo su tutela desde que tenía 3 años de edad y por su enfermedad debe ser alimentada por una sonda que tiene en el estómago, señalando que cada suplemento alimenticio cuesta $15.000 y ella necesita doce cada mes. “Eso es mucha plata y aunque tiene una pensión por su enfermedad de $50.000, se hace la nada misma porque también hay que comprar pañales y otras cosas para que ella esté bien”, puntualizó.
Dializada
Marina Ulloa explicó que desde hace 10 años tiene que ser dializada tres veces por semana, lo que complica el acompañamiento de su nieta de 12 años, pero en febrero pasado sufrió una violenta caída resultando con su cadera fracturada por la que debió ser operada y desde entonces se encuentra en silla de ruedas.
“Un tiempo trabajé y tengo una pensión de $70.000, pero no nos alcanza para todo lo que hace falta en la casa”, planteó la abuela, recordando que hace unos meses la falta de recursos los obligó a intentar otras alternativas de alimentación para Cinthya. “Probamos con ‘Purita’ y otras cosas, pero comenzó a bajar de peso y se puso muy mal. En el Hospital Clínico nos ayudaron con unas latas de leche y en la gobernación y la intendencia también, pero sólo le queda lata y media”.
“Ensure” es el nombre del suplemento que aporta los nutrientes que necesita la joven paciente. “Hay gente que ha escuchado la necesidad que tenemos y nos han regalado unas latitas. Hemos pedido ayuda al municipio y el Senadis y en eso estamos, esperando”, manifestó. Sus hijos la apoyan en la medida de sus posibilidades, ellos también tienen sus familias. Marina vive con su nieta y su esposo, Humberto Villegas, de 68 años, quien se desempeña en la empresa Areas Verdes.
Cualquier persona interesada en apoyar a esta familia con múltiples necesidades y conocer más sobre la historia de lucha que llevan diariamente pueden comunicarse al teléfono 2220536.