martes, 9 de diciembre de 2014

Trabajador que mató a su pareja y la sepultó en el vertedero comienza hoy a ser enjuiciado

 
 
A poco más de 13 meses de consumado uno de los asesinatos más horrendos de las últimas décadas en Magallanes, esta mañana se inicia el juicio oral que resolverá el futuro judicial del chofer Héctor Briones Gatica, quien luego de matar a su pareja la enterró en el vertedero municipal, en el sector de Leñadura.
Briones inició en noviembre del año pasado la intensa búsqueda de su pareja, Ruth Velásquez Vargas, pese a que él, días antes, le había dado muerte al interior de su domicilio, para luego hacer desaparecer su cuerpo.
La Fiscalía aspira que el autor sea condenado a una pena de 20 años de presidio efectivo como autor de femicidio. Por su parte, el Centro de Atención a Víctimas de Delitos Violentos, pide cárcel de por vida, al solicitar perpetuo calificado.
Ruth Velásquez fue ultimada en la tarde del 28 de octubre de 2013 al interior de su domicilio de la población Nelda Panicucci, luego de que ambos sostuvieran una fuerte discusión. Con Briones tenían un hijo en común, aunque su relación se había deteriorado. Pese a lo anterior, seguían compartiendo hogar.
En ese contexto, Briones la habría tomado del cuello hasta asfixiarla, azotando su cabeza contra la cama, agresión que le provocó la muerte en el lugar a la mujer. La trágica historia adquiere ribetes macabros, cuando el sujeto envuelve el cuerpo en una sábana y con cinta adhesiva. Ocultó el cadáver durante una noche, en el mismo domicilio, donde también vivían los hijos de la víctima.
Al día siguiente, aprovechando su condición de chofer de camión recolector de desechos domiciliarios, Briones se salió de su ruta habitual y se dirigió hasta el domicilio donde permanecía oculto el cadáver de su pareja, trasladándolo al camión, para luego ingresarlo al vertedero municipal en el sector de Leñadura, donde la sepultó entre los desperdicios.
Infructuosa búsqueda
Las hermanas de Ruth y el propio Briones iniciaron a través de los medios de comunicación y las redes sociales una campaña de difusión del rostro de la mujer para dar con su paradero, esfuerzos que obviamente no dieron resultados.
Poco a poco la PDI comenzó a acotar el radio de sus diligencias. Cada vez más los antecedentes apuntaban a Briones, siendo determinante para considerarlo sospechoso el registro del sistema GPS que poseen los camiones de Servitrans, lo que dejó en evidencia la errática ruta que siguió el 29 de octubre, día que ocultó el cadáver.
No fue sino hasta el 5 de noviembre de 2013, día en que se preparaba la diligencia de rastreo en el basural, que el autor impulsado por los consejos de su madre llegó al edificio de la Fiscalía donde se entregó y confesó su asesinato, encabezando más tarde, ese mismo día, las faenas de búsqueda de los restos en el basural, señalando el lugar donde había depositado el cadáver, el que fue recuperado luego de retirar varias toneladas de desperdicios.
Penas solicitadas

Sobre las penas solicitadas, el fiscal Felipe Aguirre señaló a La Prensa Austral que “no se aducen agravantes en este caso, sin perjuicio que podría concurrir alguna”. El órgano acusador está solicitando 20 años de cárcel.
En tanto, el defensor Ramón Bórquez señaló ayer que sus esfuerzos estarán orientados a acreditar las atenuantes que tendría a su favor Briones: la irreprochable conducta anterior y la colaboración sustancial al esclarecimiento de los hechos.
Además indicó que, como se había ventilado en audiencias previas al juicio, “entendemos que hay una atenuante de haber obrado en una situación de arrebato, lo que se conoce como un desborde emocional que se produce en el momento en que confirma con ella que le era infiel”, afirmó Bórquez, lo que podría aminorar la fuerte sanción que arriesga su representado.
El abogado planteó que el acusado se presenta al juicio arrastrando un cuadro de depresión, ya que además del proceso mismo en su contra, no pudo ver a su hijo en la última visita mensual, lo que no habría hecho más que derrumbar más aún su situación anímica.
Finalmente, el defensor enfatizó que si bien el hecho está caratulado como “femicidio”, en particular este se trataría de un caso atípico, ya que no habían antecedentes anteriores de violencia intrafamiliar entre los implicados, “por el contrario, ellos tenían una buena relación, por lo que no se da esa connotación de maltratador que se asocia a este tipo de ilícito”, concluyó.
El pasado 26 de junio, el padre de la víctima fatal, Manuel Velásquez, reclamó que “yo le entregué a mi hija y me prometió que la cuidaría, mire cómo nos la devolvió, enterrada en la basura. Exigimos justicia, con más de 40 años en la cárcel pagará en la tierra, pero espero que sea Dios quien haga justicia en el cielo”, declaró en medio de la diligencia de reconstitución de escena de la muerte de su hija.
Hoy, a partir de las 8,30 horas, en la primera sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Punta Arenas, en el tercer piso del Centro de Justicia, se inicia el juicio, cuya terna de jueces será encabezada por los jueces Luis Alvarez, José Octavio Flores y Claudio Neculmán. Se estima que su duración será de 5 días. Las partes han ofrecido un total de 37 testigos y 11 peritos.

LA PRENSA AUSTRAL