viernes, 19 de julio de 2013

Socios aglutinan fuerzas en defensa del Club de Campo Leñadura

FUENTE   :  LA PRENSA AUSTRAL


Ante el anunciado cierre del complejo recreacional Leñadura, un grupo de socios inició una campaña para salvar las instalaciones deportivas y de recreación distribuidas en un predio de 24 hectáreas, al sur de Punta Arenas.
El sábado pasado, los socios del Club de Campo Leñadura, cuyo mayor accionista es la compañía Methanex, se reunieron en una asamblea para definir acciones que impidan la pérdida del recinto.
Esto coincide con el cierre provisorio y disminución de operaciones de la compañía multinacional, y responde a una carta despachada el 9 de julio por Sergio Vargas, presidente de la Inmobiliaria Leñadura y del directorio de la Corporación Club de Campo Leñadura. La inmobiliaria anunció tajantemente el cierre, sin dar mayor explicación a lo que fue una decisión gatillada por el actual escenario de Methanex.
Hasta La Prensa Austral llegaron Gladys Barrientos, Anahí Cárcamo, Sergio Martinovic, Ricardo Bennewitz y Víctor Moraga, representantes de la comisión que representa el sentir de los 300 socios y miles de usuarios de aquellas instalaciones, quienes usan el club como si les perteneciera, luego que hace años éste se abriera a la comunidad.
Respecto al anunciado cierre, lo catalogan como una de-sinformación en la que nadie ha puesto la cara, ni ha sometido el tema a la opinión de un grupo grande de personas que no son accionistas, pero sí son usuarios activos de aquellas instalaciones. Para ello, desde el lunes están solicitando una entrevista con el gerente general de Methanex, pero no les ha sido fácil.
Ellos desconocen qué tipo de comprador o qué futuro puede tener este club, algo no menor si se considera que la existencia del mismo es por la responsabilidad social de Methanex y el compromiso que tenía con la región. Recordaron que en su momento vino el Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle a inaugurarlo, y desde entonces la empresa fue cumpliendo con este imperativo, algo muy loable, pues gracias a ello Magallanes tiene nadadores y grandes equipos deportivos en las más diversas disciplinas.
Llamado a autoridades
Lo que más desconcierta a los miembros de la institución es que ni siquiera les dieron la posibilidad de presentar una propuesta como socios, ya que tienen la capacidad para hacerlo.
Asimismo, lamentan que ninguna figura política reaccione ante esta situación, ya que para ellos no se trata de un problema de privados con un grupo de socios de una empresa privada, toda vez que constituye una tremenda plataforma en materia de deportes, recreación y educación para la región. La idea es que este patrimonio siga siendo un aporte para la comunidad, por lo que esperan que las autoridades también se involucren y, si es necesario, poder abordar una solución conjunta.
Esta inmobiliaria se creó en 1993, cuyo accionista principal era Cape Horn Methanol Lted., que después pasó a ser una sociedad anónima. En caso de disolución de los bienes, los estamentos de la corporación dicen que éstos pasarán a dominio de Inmobiliaria Leñadura S.A. ante ello, no ven ningún respaldo estatal que pudiera amparar o exigir a la empresa la responsabilidad social empresarial, pese a que la compañía sigue operando en Magallanes.
A su vez, Anahí Cárcamo remarcó que ningún gobierno tiene la facilidad, ni el presupuesto para darle a la región una infraestructura a la altura de este polideportivo que ha marcado un antes y un después para el deporte y la recreación a nivel regional. Hizo ver que de este semillero de nadadores de alto rendimiento, también hay niños recién empezando y que están potenciando todas sus capacidades, y eso también se va a ver truncado con el cierre de este complejo deportivo.
Esto, sin olvidar el aporte real a la calidad de vida de la región que prestan esas instalaciones para una comunidad con altos índices de obesidad y alternativas de recreación muy limitadas.
Por ende, ven que éste también es un problema de gobierno y a nivel de política regional, al no tener la posibilidad de contar con una infraestructura alternativa, por lo que se ven en el deber de defenderla, no sólo por el beneficio de los socios sino que de la comunidad magallánica.