FUENTE : LA PRENSA AUSTRAL
A contar del martes, mediante una marcha blanca, se implementó por parte de la empresa Epark el cobro de estacionamiento a los conductores que ocupan los sitios de aparcamiento de dos céntricos supermercados Unimarc; por calle Magallanes y Balmaceda. El cobro responde a una medida de carácter nacional adoptada por la empresa Unimarc.
En el local de calle Lautaro Navarro la operadora Gricélida Ojeda era la encargada de marcar los vehículos en calle Balmaceda. Ella confesó que el primer día muy pocos pagaron, sin embargo dejó en claro que el automovilista queda exento de pago si al retirarse exhibe una boleta de compra del supermercado o de alguno de los locales que funcionan allí.
En el caso de las personas que dejan su vehículo todo el día estacionado, allí tienen que pagar la tarifa que corresponde, y así lo han entendido bien los funcionarios de la PDI, señaló, quienes le han cancelado dicho importe.
Sin embargo, lo más grave que le sucedió ayer fue que una enfermera del Hospital Clínico la intentó agredir a las 11 de la mañana: “Me dijo que era una sinvergüenza, que era una estafa, que era una rota, de todo”. Aunque no alcanzó a agredirla, señaló que tuvo que acudir en su ayuda el inspector municipal Lupercio Oyarzo, “porque la señora me estaba agrediendo totalmente, bastante feo”.
En todo caso, el día anterior igual debió soportar la indignación por parte de varios automovilistas.
A contar del martes, mediante una marcha blanca, se implementó por parte de la empresa Epark el cobro de estacionamiento a los conductores que ocupan los sitios de aparcamiento de dos céntricos supermercados Unimarc; por calle Magallanes y Balmaceda. El cobro responde a una medida de carácter nacional adoptada por la empresa Unimarc.
En el local de calle Lautaro Navarro la operadora Gricélida Ojeda era la encargada de marcar los vehículos en calle Balmaceda. Ella confesó que el primer día muy pocos pagaron, sin embargo dejó en claro que el automovilista queda exento de pago si al retirarse exhibe una boleta de compra del supermercado o de alguno de los locales que funcionan allí.
En el caso de las personas que dejan su vehículo todo el día estacionado, allí tienen que pagar la tarifa que corresponde, y así lo han entendido bien los funcionarios de la PDI, señaló, quienes le han cancelado dicho importe.
Sin embargo, lo más grave que le sucedió ayer fue que una enfermera del Hospital Clínico la intentó agredir a las 11 de la mañana: “Me dijo que era una sinvergüenza, que era una estafa, que era una rota, de todo”. Aunque no alcanzó a agredirla, señaló que tuvo que acudir en su ayuda el inspector municipal Lupercio Oyarzo, “porque la señora me estaba agrediendo totalmente, bastante feo”.
En todo caso, el día anterior igual debió soportar la indignación por parte de varios automovilistas.
