miércoles, 4 de septiembre de 2013

Dolor familiar tras trágico incendio: “Mi hermano dormía cuando estalló el fuego”

FUENTE   :   LA PRENSA AUSTRAL



Una dramática y dolorosa situación afrontan las seis personas en definitiva damnificadas a raíz del trágico incendio que poco antes de la medianoche del lunes afectó al domicilio de Manuel Rengifo Nº2060, población Diego Portales, sector surponiente de la ciudad, y el cual cobró la vida de José Basilio Antisoli Poza, de 43 años.
El occiso era soltero y padre de cuatro hijos, él vivía con los dos mayores, Basilio y Christopher, en tanto los más pequeños viven con la madre. En la vivienda además habitaban su madre María Erica Poza Vera, dueña de la vivienda, y en un inmueble trasero vivían dos nietas de la propietaria, una de ellas casada y con un bebé de siete meses.
El inmueble permanecía ayer clausurado tal cual quedó tras el peritaje de Bomberos y del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar). Jennifer Velásquez, sobrina del fallecido, indicó que su tío hace tres años estaba cesante y toda su vida había trabajado como ayudante de fletero, además de faenas esporádicas en el sector construcción.
La pérdida de la vivienda fue total, por lo cual la propietaria se mudó temporalmente donde otra hija. En tanto, sus dos primas más el bebé que vivían en el inmueble trasero afectado se mantienen en casa de la mamá de ellas, pero como esta última vive en dos piezas arrendadas el espacio sería bastante reducido para mantenerse.
Gran parte de la familia permaneció ayer desde temprana hora en la sede comunitaria del sector poblacional, en espera de la llegada del cuerpo del padre de familia, cuya autopsia se realizó en la mañana en el Servicio Médico Legal. Alrededor de las 15 horas, los restos de José Antisoli llegaron hasta el local de la unidad vecinal Nº51 Poeta José Grimaldi, ubicado en la misma cuadra de la vivienda siniestrada, donde se levantó la capilla ardiente.

Consternado hermano

A su vez, Pascual Antisoli, hermano del occiso, ratificó que la casa resultó totalmente destruida, por lo que deberán desarmarla y volver a construir una nueva casa. Al respecto, destacó el gran apoyo que han tenido por parte de la junta de vecinos, cuya presidenta, Olga Bórquez, los acompañó a hacer diversos trámites. Incluso esperan canalizar toda ayuda a través de ella.
En lo material, expresó que no hay nada que no se pueda recuperar, lamentando que, por otro lado, aquí “hay una vida que se perdió”. Su hermano era el menor de cinco hijos, y se había venido muy joven desde Puerto Montt con la familia.
Señaló que la noche del siniestro su hermano se encontraba con su hijo Basilio y su madre, mientras en la casa de atrás estaban las sobrinas con el bebé. Relató que “mi hermano estaba durmiendo, dicen que el fuego empezó en la pieza del medio, el mismo humo lo adormeció, él estaba cansado. El (dormitorio) estaba en un rincón, contra la pared, y en la parte del medio de la casa, ahí empezó el fuego”. Esto fue confirmado por Bomberos, al establecerse como la zona focal del incendio un dormitorio que se encontraba detrás del baño, en la mitad de la vivienda, en tanto la víctima fatal se encontraba en la pieza contigua.
En cuanto a materiales requeridos, indicó que aún era prematuro solicitar algo, ya que aún no habían podido ingresar al calcinado inmueble, que hasta ayer se encontraba cerrado. Sin embargo, al haber aquí personas adultas y un bebé que resultaron damnificados, requerirían de todo tipo de ayuda. Los celulares de contacto son el 89159414 (Jennifer Velásquez) y 85510478 (Olga Bórquez, presidenta de la unidad vecinal).
Los funerales serán mañana jueves, con un oficio religioso a las 15 horas en la parroquia Nuestra Señora de Fátima. Las exequias se realizarán en el Cementerio Municipal Sara Braun.

Vecinos

En tanto, la vivienda aledaña de Manuel Rengifo Nº2056 también resultó dañada en la esquina, pues no había cortafuego, “y fue un verdadero milagro que el fuego no la destruyera”, expresó Alex Vivar, uno de sus moradores, quien vive en el barrio desde el año 90.
La acción del agua, en todo caso, habría afectado bastante el cielorraso, al acumularse ésta entre el techo y las planchas. A la espera del informe de la municipalidad se mantuvo ayer en las afueras de su maltrecha vivienda.
Sobre el fallecimiento de José Antisoli, señaló que “éramos como hermanos, yo soy ahijado de la propietaria, ella es mi madrina. En el barrio nos crecimos desde chicos y yo, por lo menos, me sentí mal, porque vi (esa noche) cómo salieron espantados, con lo puesto nomás, tuvieron que hacer cadena para poder sacar las cosas”. Sin embargo, poco fue lo que lograron salvar.
Lamentó la pérdida de una persona joven y las circunstancias en que se produjo, “si atrás no se pudo ingresar, porque el fuego lo impedía”. En cuanto a este episodio, va a ser difícil, lento de superar, y espera que la municipalidad pueda ayudar y que les den el visto bueno para poder empezar a desarmar.