Un inusual procedimiento policial adoptaron en la jornada de ayer, oficiales de la Brigada de Delitos Económicos de la Policía de Investigaciones de Punta Arenas, quienes a tenor de una orden de investigar emanada desde la fiscalía del año 2013, lograron establecer la ubicación de más de 4 mil correspondencias de clientes de diversas casas comerciales, y bancarias.
El procedimiento policial se centró en calle Paraguaya de Punta Arenas, desde donde los funcionarios policiales lograron recuperar la cantidad antes señalada de correspondencia. Se investiga, además, si otra cantidad pudo ser destruida. Así lo informó Marcelo Romero, jefe de la brigada especializada de la PDI.
Romero añadió que las cartas recuperadas, en su gran mayoría, son de casas comerciales tanto locales como de retail, sumándose a ellas otras de entidades bancarias, y un número importante de compañías de telefonías que operan en Punta Arenas.
Si bien es cierto, la investigación está en curso y muchos antecedentes de la misma no pueden ser revelados, dijo el jefe de la Bridec de la PDI, si se puede informar que la persona imputada por el momento, ya no pertenece a la empresa y es por ello que la propia institución en la que se desempeñaba, realizó la denuncia ante la fiscalía local.
Dijo que si bien es cierto se trata de un hecho atípico en la zona, no es menos preocupante, por cuanto ahora las consecuencias seguramente las pueden tener los destinatarios de las cartas que nunca llegaron a destino.
En cuanto a la tipificación del delito, el oficial policial indicó que se está evaluando si procede la apropiación indebida de las pertenencias de la empresa, vale decir uniforme y equipo GPS, y en cuanto a la correspondencia, primero se debe determinar si hubo o no violación de correspondencia, acción sancionada en el Código Penal.
Por lo pronto la causa se aperturó por infidelidad en custodia de documento, pero eso es materia de análisis, por cuanto el imputado no es funcionario público, argumento Romero.
Ya en esta etapa investigativa, informó el oficial de la PDI, el imputado, de 47 años, ya prestó declaración ante los funcionarios aprehensores, donde entregó sus argumentos del porqué se quedó con la correspondencia, y la vestimenta de la empresa, declaración por lo demás que es de carácter reservada, y que ya está en manos del fiscal del Ministerio Público.
El jefe de Brigada de Delitos Económicos de la PDI, Marcelo Romero, sostuvo que esta investigación recién está comenzando y ahora es el Ministerio Público el que deberá determinar los cursos de acción.
FUENTE : EL PINGUINO
