martes, 23 de abril de 2013

“Ella me insistía que tenía que matarlo”, confesó sicario

FUENTE   :   PRENSA AUSTRAL


“Ella era muy insistente, las veces que intenté reunirme con el hombre y no pude concretarlo, ella me insistía que tenía que hacerlo, que me ofrecía más plata, y que él la maltrataba”, afirmó en su tímido relato Sergio Escalona Chiguay, el joven de 20 años, en la apertura del juicio donde se ventila el feroz asesinato del ex militar Didier Mansilla Rivera, atacado con un cuchillo en el cuello en la tarde del 29 de julio de 2012, en una calle de la población Fitz Roy.
Escalona, de 20 años, compareció ante el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal como autor material del crimen que estremeció a Punta Arenas por la planificación y frialdad con que actuaron tanto el joven victimario como la autora intelectual, la viuda Irma Ovalle Oyarzún.
A las 8,37 horas se dio inicio ayer al juicio oral que procura sancionar uno de los crímenes más estremecedores del último tiempo. Con la presencia de familiares -tanto de acusados como de la víctima- se abrió la jornada judicial, en la cual Irma Ovalle prefirió no declarar ante el Tribunal integrado por los jueces Fabio Jordán, Pablo Miño y Gonzalo Rojas.
Asimismo, los abogados intervinientes y el fiscal ofrecieron sus alegatos de apertura. En la ocasión el representante del Ministerio Público, Eugenio Campos, sostuvo que los antecedentes que se expondrán durante el juicio cimentarán las penas que está solicitando, en el caso de Escalona, de 20 años como autor de homicidio calificado, y de otros 20 años respecto de Ovalle, como autora de parricidio.
En tanto, el querellante Juan José Arcos, en representación de la familia de la víctima aseguró que existen antecedentes fundados para entender que la acusada no sólo ordenó matar al ex militar, sino que además pidió atacar a una sobrina de éste, postulado que sería corroborado minutos más tarde con el relato del joven homicida, quien afirmó que la mujer le pidió dar un escarmiento a la pariente de Didier Mansilla, pero que él se habría negado.
Por su parte, los abogados defensores Ramón Bórquez y Cristián Opazo señalaron que su intención no es probar la inocencia de sus representados, pero sí que se reconozcan todas las atenuantes para optar a penas menos gravosas en su contra. Además, puntualizó Opazo que la querella presentada en contra de su representada no tiene asidero ya que no constan dichos antecedentes en la formalización del fiscal.
El relato del sicario
Sólo Sergio Escalona accedió a romper su silencio en el comienzo del juicio, aceptando declarar públicamente sobre los hechos materia de investigación.
En efecto, por sus dichos se pudieron conocer detalles hasta ahora desconocidos que había guardado celosamente, entre ellos que no sólo la tarde del 29 de julio de 2012 se había concertado la cita, sino que hubo otros dos encuentros pactados en los que el homicida se arrepintió de abordar a Mansilla Rivera.
Además, según el relato del acusado, Irma Ovalle no sólo le ofreció 1 millón de pesos inicial, sino que la recompensa subió a 5 millones y que posteriormente, incluso, le habría ofrecido entregarle todo el dinero del seguro de vida de su marido (cerca de 20 millones de pesos) más parte de la pensión mortuoria que le correspondía a ella como cónyuge.
El imputado descartó de plano que existiera una relación amorosa con la mujer, señalando que sólo se habían hecho muy buenos amigos, y que él sentía gran empatía con ella, ya que de acuerdo a lo que ella le había manifestado, era constantemente víctima de violencia intrafamiliar lo que Escalona no toleraba.
Declaró que tuvo la intención de huir de Punta Arenas, ya que tiene familia en diferentes puntos del país e incluso en Argentina, pero que al ver que el cerco policial se acotaba, decidió pasar sus últimos días de libertad junto a sus tíos y hermanos.
Finalmente, entre todas sus palabras el acusado admitió haber sentido miedo de Irma, quien le encargó la muerte de su esposo y atacar a una sobrina. “Si era capaz de eso nada quitaba que me fuera a hacer algo a mí”, sentenció.
En lo concreto, Escalona tras aceptar el ofrecimiento de la mujer, hizo una cuenta femenina falsa en Facebook con la cual engatusó a Mansilla, incluso usó un software para cambiar su voz y fingir ser una mujer al teléfono. Una vez que se ganó la confianza del ex militar, lo citó al encuentro en la población Fitz Roy y se hizo pasar por un amigo de la “Negrita”, supuesta cita a ciegas. Allí subió a su auto y le propinó la certera estocada en el costado izquierdo del cuello, para luego huir del lugar dejando el arma homicida, y en ella sus huellas dactilares, lo que finalmente condujo a la Sip de Carabineros hasta él.
“Estoy arrepentido por todo el daño que le hice a mi familia y a la familia del señor Didier”, con esas palabras el denominado sicario Sergio Escalona cerró su comparecencia en el juicio.
A continuación le correspondió el turno a los primeros policías que estuvieron en la escena del crimen, además del perito del Servicio Médico Legal, quienes confirmaron las circunstancias del hallazgo de la víctima y la causa de su muerte.
Hoy continúa el procedimiento judicial y se espera que comparezcan los testigos que brindaron los primeros auxilios al militar en retiro cuando lo hallaron agonizante en la esquina de Avenida Pedro Aguirre Cerda y pasaje Las Amapolas, en la población Fitz Roy.