martes, 14 de mayo de 2013

ONG magallánica planea construir orfanato en Kenia

FUENTE :  LA PRENSA AUSTRAL


Luego de tres meses de haber regresado a Punta Arenas, los voluntarios de la organización no gubernamental (ONG) cristiana Patagonia Compassion, liderados por Víctor Quezada Castro, director, hicieron un balance de lo que fue el segundo viaje a Africa, donde estuvieron, esta vez, en Kibera, asentamiento informal en los suburbios de Nairobi, capital de Kenia, uno de los más pobres de ese país, desde fines de diciembre hasta principios de febrero pasado.

Cuando justo el domingo se celebraba el Día de la Madre, la esposa de Víctor, también voluntaria, Sandra Navarro Kamann, relató con emoción cómo le partía el corazón ser testigo in situ de toda la miseria e ignorancia que acechan, día a día, a los niños y niñas de ese reducto, formado sobre un verdadero basural, donde no se conoce el concepto de higiene.

El caso de Bryan, un adolescente de 15 años, quien pese a sus habilidades intelectuales, tuvo que abandonar sus estudios, por falta de recursos, no la dejó indiferente.

“Estamos apadrinando a un niño de 15 años, que se llama Bryan. Este niño, desde el primer día que nos vio en la calle, nos empezó a seguir. La verdad es que ninguno de nosotros se percató de él. Después, cuando empezamos a observar las fotos, lo empezamos a ver. Siempre estaba… Hablaba con la persona que era nuestro contacto allá (en Nairobi), nuestra coordinadora, que es una asistente social (Doris Situma, casada con keniano). Le decía que quería que nosotros le pagáramos los estudios… Y como él hay miles”, contó Sandra.

Fue entonces que la asistente social hizo un estudio, conversó con el adulto a cargo de Bryan, fue al colegio del adolescente y verificó su precaria situación socioeconómica.

Desde abril pasado, Sandra y Víctor se hicieron cargo del pago de sus estudios, 170 dólares mensuales, equivalentes a cerca de 75 mil pesos chilenos, que Bryan está cursando en su nuevo establecimiento educacional, un internado con mejores estándares de calidad.

“La vulnerabilidad que veo en Africa está a mil años luz que lo que yo veo en Chile. No quiero decir que haya que dejar de ayudar acá, pero allá los niños luchan por sobrevivir, porque no tienen para comer”, expresa Sandra, conmovida, Asimismo, la voluntaria destacó el caso de Clinton, un pequeño de sólo cinco años.

“Tuvimos el caso de un niño, cuya madre no sabía identificar si era niño o niña. Tuvimos que explicarle que era niño. A él lo encontramos casi desfalleciendo, sobre la mesa de una escuela, deshidratado y con un nivel de parásitos que se lo estaban comiendo vivo. Entonces, hubo que hidratarlo, darle alimentación… Ese fue uno de los casos más fuertes que nos tocó vivir. En la medida que se iba hidratando, alimentando, había que ir con él al baño, corriendo, porque botaba bolsas y bolsas de parásitos. Después tenía la cabeza llena de hongos, muchas heridas en la piel. Los médicos (voluntarios de Patagonia Compassion) revisaban, pero no podían acceder a un laboratorio, entonces sacaban sus conclusiones de acuerdo a lo que ven externamente y frente a eso, medicaban”, contó.

A la semana siguiente de haber atendido a Clinton, los voluntarios de Patagonia Compassion fueron a la escuela del niño “y para nuestra grata sorpresa, el niño estaba recuperado, incluso le había crecido el pelo. Hubo respuesta al tratamiento. ¿Pero qué pasa con Clinton hoy? ¿Dónde está? Es probable que haya vuelto a las mismas condiciones en que estaba antes. Eso nos hizo desafiarnos a algo mayor”, sostuvo esta profesora de religión de la Escuela Arturo Prat de Punta Arenas.

Desafío magallánico
Es por ello que se han autoimpuesto, como ONG, construir un orfanato en Nairobi, que dé una solución a largo plazo a la pobreza extrema que sufren estos niños, en especial los que tienen entre dos y cinco años, como Clinton, y que permita hacerles un seguimiento y financiar sus estudios hasta la universidad, ojalá.

El terreno donde se emplazará el orfanato aún no está definido, pero Víctor viajará nuevamente a Nairobi, en agosto próximo, para resolver el tema. Si logra encontrar el lugar adecuado, en diciembre podría comenzar su construcción. “La idea es que sea construido por magallánicos, financiado por magallánicos y atendido por profesionales magallánicos”, enfatizó el director de Patagonia Compassion.

Por ello es que hoy se encuentran en plena etapa o campaña de difusión para recolectar los fondos necesarios que permitan concretar este sueño. Quienes quieran colaborar con donaciones y haciéndose socios, deben escribir a Víctor Quezada al correo electrónico director@patagoniacompassion.org o llamar a los fonos 2210948 ó (09) 51042454 .

“Si queremos hacer un trabajo más efectivo, necesitamos concretar cosas más efectivas, también. Y eso significa que necesitamos establecer un orfanato propio. Estamos en la etapa de reunir los recursos”, expresó Sandra.

“Solamente con un abrazo, una sonrisa, tú marcas la vida de un niño. Los niños tienen una reacción importante frente al estímulo del amor, del afecto. Es impresionante... Tú estás en la calle y los niños se te tiran encima, sin conocerte; se te cuelgan, literalmente, del cuello, por su necesidad de afecto. (…) Eso a las mujeres, nos impacta emocionalmente, es muy fuerte la experiencia, produce muchos estragos emocionales y nos cuesta readaptarnos a la vida normal, después. Uno, que es mamá, se pone en el lugar y las caras, el estado de los niños, te quedan grabados en el corazón, en la mente (…) Es imposible volver a ser la misma persona (después de eso); la realidad que tú ves allá te marca mucho”, concluyó Sandra.